viernes, 22 de febrero de 2008

más weón que el aNticristo

Paramos, yo y mi fino corcel, en búsqueda de combustible. Yo necesito comida, él, petróleo. De pronto, a lo lejos, siento olor a lágrimas de gitana, una muy enferma.
Me acerco al epicentro del olor y ¡valla sorpresa!, era mi mamá sangrando de las orejas.
Mi corcel ya no me hablo desde ese momento, se enojo conmigo.


________________
confesión:
lo peor que escribi fue cuando iba en tercero medio.
y en esa epoca me gustaban mucho mis poemas de tercero medio...

1 comentario:

Anónimo dijo...

ya po...escribe algo... exijo!
ja..yap que esti bien loco-nerd..jajaja.. o como quieras estar